lunes, 21 de noviembre de 2011

He tenido un sueño

Este es el más famoso discurso de Martin Luther King en el Lincoln Memorial, un 28 de agosto de 1963. Y ese es el espíritu que debemos tener los socialistas hoy tras la dura derrota que sufrimos este domingo. Debemos ya olvidarnos del pasado e iniciar la reconstrucción de nuestro futuro. Futuro que deberá anclarse en nuestras ideas, en nuestros principios, en nuestras bases porque quizás una de los problemas que hemos tenido, además de la falta de credibilidad, ha sido el desviarnos de nuestras raíces.

Es verdad que 1 de cada 4 votos que hemos perdido seguramente que hayan ido a parar al Partido Popular (al que le doy mi enhorabuena desde aquí por el triunfo) y 3 de esos cuatro han ido a parar a Izquierda Unida, UPyD, Equo y un sinfín de pequeños partidos que se han aprovechado de las tesis del movimiento #15M. Hya que tener muy presentes este hecho en nuestras reflexiones.

Desde que Felipe González alcanzara la secretaría general, nuestro partido ha tendido a ser un catch-all-party,  y hasta ahora eso nos había funcionado bien. También somos un partido que se ha beneficiado del sistema electoral (menos que el Partido Popular o UCD pero beneficio al fin y al cabo). Ambas premisas también nos han llevado, por desgracia, a que la debacle electoral sea de mayores proporciones.

No quiero aburriros con datos. No quiero dejaros en este post un modesto análisis del resultado electoral. Es evidente y tal y como ha ocurrido en el resto de Europa, que la crisis internacional se ha cobrado como víctima un nuevo gobierno. Lo sencillo sería refugiarnos en esta afirmación cierta, pero también hemos fallado en algo que es habitual en este Partido: la comunicación: no hemos sabido comunicar bien la gestión de esta crisis y las medidas tomadas con la suficiente antelación. Ya sé que no era fácil (si lo fuera algún gobierno de los que han caído hubiese pasado el examen). Hemos perdido la credibilidad y eso nos ha debilitado. En estos últimos tiempos daba igual lo que afirmáramos, lo que defendiéramos porque la ciudadanía había dejado de creer en nosotros.

Ahora bien, de manera mayoritaria tampoco han creído en las ¿soluciones? del Partido Popular. Los 186 escaños son un espejismo producto del sistema electoral español. Pero hemos de reconocer cuál es la mayor virtud del Partido Popular: la fidelización del voto ¿cómo lo han conseguido? A mi entender, porque llevan muchos años con el mismo discurso, sin modificar un ápice su estructura principal; porque discutimos con ellos siempre en el terreno que ellos elijen (siempre jugamos fuera de casa y con el árbitro casero) discutimos sobre seguridad, sobre terrorismo, sobre el aborto, sobre la sanidad y la educación pública, sobre el estado del bienestar... precisamente en los asuntos que hacen que su votante esté más convencido de lo que piensan y la defensa de ese estatus que nosotros pretendemos arañar es lo que les hace votar fielmente elección tras elección.

Pero ¿están allí nuestros votos? De manera tajante, NO. Nuestro voto está en ese espacio intermedio que busca cierta seguridad en su vida (ese grupo de votantes que llamamos el centro político) y, por supuesto, en la izquierda, una izquierda que se ha sentido abandonada por nosotros en estas elecciones no porque lo hayamos hecho, sino porque no hemos sabido explicar que el fin justifica los medios, que las medidas eran necesarias para salvar el Estado del bienestar y poner en valor de una manera más rotunda la defensa de la libertad, de los derechos sociales y ciudadanos que han realizado los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero.

¿Qué hemos de hacer? La casa por los cimientos y no por el tejado. Ahora no es el momento de buscar al próximo presidente o presidenta de España. Ahora es el momento de buscar un líder sólido, un líder comprometido, un líder dispuesto a sacrificarse por el colectivo... y Alfredo Pérez Rubalcaba ha demostrado en estas elecciones generales que es el líder que ahora mismo necesita este Partido. También hemos de centrarnos nuevamente en nuestro discursos, en nuestros valores, rediseñar nuestra estrategia para ser nosotros quienes fijemos la agenda. No hay que pensar en un elefante, sino pensar en nosotros mismos. Recuperar la senda que perdimos y enfrascarnos cuanto antes en  la "tarea de un profundo cambio social a través del cambio de los marcos de referencia" (Lakoff).

Tengamos un sueño e ideemos ese mundo que los socialistas queremos... Si no nos apartamos de nuestro objetivo conseguiremos recuperar de nuevo la credibilidad que perdimos y volveremos de nuevo a gobernar España, a transformar nuevamente la sociedad en la que vivimos.

1 comentario:

  1. Pides tu opinión y allá voy aunque sin entrar en ciertas cosas que no consideraré en estos foros. He de reconocer en el texto y sobre todo eso, una gran valentía para venir a reconocer abiertamente lo que consideras errores de tu partido y ese es el mejor comienzo de un mejor futuro.
    Desde fuera creo que si bien funcionó para salir de una situación difícil en aquel momento, el cambio de PSOE por ZP os llevó a centraros mas en un árbol y quizá olvidar el bosque, olvidar las raices y incluso la verdadera izquierda para salvar los muebles en esas elecciones.
    Creo qe el PP no ha ganado por su líder, ha ganado por consolidar sus ideas y aferrarse con un serio trabajo de hormiga sin perder el objetivo de ganar las elecciones y ha consolidado la marca PP por encima de sus figuras. Desde luego creo que el discurso vacío, sin mojarse y acariciando la mayor parte de las veces los oídos de la sociedad les ha llevado a una mejor situación.
    Me parece una situación como mínimo preocupante, que una sociedad que castiga al PSOE por recortar o por reformar la legislación en contra de la mayoría de los ciudadanos, ahora tengan sus votos para recortar más y reformar más y seguro que peor en contra de ciudadanos y trabajadores.
    De cualquier modo, la honestidad y las ganas que demuestras espero te faciliten un camino en la política, que no dudo ya tienes en tu vida privada. Un sincero abrazo.

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