Hoy los vecinos y vecinas de Leganés hemos asistido a dos hechos que coinciden en el tiempo y que reflejan muy bien la doble vara de medir del Partido Popular en la Comunidad de Madrid.
Esta misma mañana hemos amanecido con la noticia del diario "El País" donde denunciaba al Gobierno de Esperanza Aguirre de ocultar en una partida presupuestaria los sobresueldos de los altos cargos de su gabinete, a pesar de su anuncio de ejercer un recorte salarial mayor que el que propuso el Gobierno de la Nación. En total son 550.000 euros este año que se "repartirán" la Presidenta, Consejeros, Viceconsejeros y demás altos cargos de la Comunidad de Madrid. Es tal su desfachatez que, a pesar de ser pillados "in franganti" siguen afirmando que ellos actúan con "total transparencia". Sí, claro, es una partida que aparece en los presupuestos, se trata de un complemento que es legal cobrarlo (faltaría más), pero mienten porque sólo facilitan a la prensa el sueldo principal y ocultan los complementos.
Así actuaba también el que ahora es Alcalde de Leganés, Jesús Gómez, ex alto cargo de la Comunidad de Madrid (Asesor de la Presidenta), que probablemente participaría del botín de 550.000 euros. Éste pretendía ocultar, y de hecho así lo hizo, el dinero que percibía en total de las arcas públicas y que nosotros valorábamos por aproximación en 90.000 euros al año (eso, sin conocer el dichoso complemento). Jamás desveló sus remuneraciones. Actualmente entendemos que al menos sigue percibiendo dos de esas retribuciones, además de la de Alcalde (si es que no nos oculta alguna más).
También esta misma mañana conocíamos que el Presidente/Gerente de LEGASEC (empresa anteriormente conocida como LEGACOM) y Concejal de Deportes y Comunicación, iba a comunicar su despido a 8 empleados públicos (decisión que fue apoyada fervorosamente por ULEG, asistiendo incluso a la comunicación de esta decisión a los trabajadores). Esta comunicación, que bien podrían haber hecho mediante burofax o de manera personalizada a los trabajadores, ha sido informada a los trabajadores montando un verdadero circo mediático: con abogados (de la empresa Deloitte contratada por los que defienden la austeridad), notario (que me imagino que percibirá sus honorarios - más barato que un burofax -) e invitando a los miembros del Consejo de Administración.
Allí han acudido nuestros compañeros del Consejo de Administración, Ana M. Massó y Manuel Campos, y el resto de los concejales acompañando, además de los compañeros de Izquierda Unida y miembros del Consejo, Raúl Calle y Alarico Rubio. Y allí hemos hecho constar nuestro más rotundo rechazo a estos despidos de empleados fijos. Allí también se ha producido una concentración de trabajadores municipales convocados por UGT y CCOO ¿Quién se ha ausentado? Aquél partido que gracias a su voto hizo posible estos despidos.
A los trabajadores les han comunicado un despido por causas objetivas alegando la inviabilidad de la empresa por recibir sus ingresos sólo a través de la subvención que aporta el Ayuntamiento, subvención que por otra parte siempre han recibido porque el único cliente de esta empresa es el Ayuntamiento de Leganés.
Se trata de una empresa 100 por ciento capital público, con un único cliente y con trabajadores que tenían condiciones similares a los trabajadores municipales. Empresa que, gracias a su gestión, ahorró dinero y esfuerzos para las arcas del Ayuntamiento de Leganés gracias a su gestión eficaz y flexible de estos trabajadores que ahora se despiden.
Reiterar, como ya he hecho personalmente, mi mayor solidaridad a los trabajadores y trabajadoras de LEGACOM, tanto para los despedidos como para los que se quedan. También recordar estas palabras de Martin Niemoeller:
"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí".
No les dejemos traspasar las líneas porque ya no habrá manera de pararles.
Lo que falta no es el dinero, lo que falta es la vergüenza. Es inquina y afán de venganza contra los trabajadores y además se les llenó la boca en amenazas contra cargos de confianza y colocados, cuando la realidad es que han mandado al paro a los trabajadores con más antigüedad.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo. Dicen que el inteligente es el que sabe rectificar. Con esta decisión han demostrado que les puede el afán de vengarse, sin darse cuenta de que los iban a ser producto de su venganza ya se fueron. Lo siento mucho por todos y sólo espero y deseo que la Justicia les dé la razón y se la quite a quien no la tiene. Contad conmigo para todo lo que haga falta.
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