Me he animado a crear este blog para contribuir, desde mi modesta posición, a dignificar la Política. A esta actividad me dedico desde que tenía 19 años (ya voy para los 41), desde que ingresé en las Juventudes Socialistas. A los 21 años ingresé en el Partido Socialista Obrero Español y a los 41 años seré, el próximo 11 de junio, concejal del Ayuntamiento de Leganés. Concejal en una época donde la Política está muy mal vista. Soy consciente de que desde que acepte el cargo voy a estar en el punto de mira de muchas personas: la mayoría me insultarán (se creen con ese derecho), la minoría me apoyará y unos pocos me criticarán.
Desde aquí quiero defender la actividad Política. Una actividad (que no una profesión) muy digna. Desde aquí quiero hacer ver qué injustos son los clichés que la sociedad ha formado de nosotros, los políticos. De ellos somos culpables todos y todas, seguro. Unos por no explicarnos bien, la mayoría por no querer conocernos y unos pocos por sacar sólo el insulto y la confrontación en sus portadas y noticias.
Y lo hago tras una severa derrota electoral. Lo hago en un momento en el que muchos y muchas militantes socialistas reclaman del Partido en el que milito un cambio, una regeneración, sin saber muy bien hacia donde.
El otro día almorcé en Getafe con un gran amigo de la Universidad Carlos III de Madrid, militante también, y coincidíamos en el diagnóstico de la situación actual, no sólo del Partido Socialista, sino de todos los partidos "tradicionales", todos ellos los grandes perdedores de la última contienda electoral, aunque los resultados tapasen los problemas de algunos. Y cómo se está generando un nuevo movimiento social, de izquierdas, progresista, que ni PSOE ni IU son capaces de liderar ¿creéis que me estoy refiriendo al 15-M? No, eso tan sólo es la punta del iceberg. Es un movimiento de rechazo a la política y a los políticos, y que en estas últimas elecciones se han manifestado votando blanco, nulo o a los "nuevos partidos", transversalistas, como UPyD o ULEG que abogan por "otra manera de hacer política" y que se han dedicado a denostar la política para hacer ver a la ciudadanía que ellos son "diferentes". Y la ciudadanía les ha creído, eso es indudable.
Ellos no son "diferentes". Son políticos como nosotros y utilizarán la Política para conseguir sus fines. Recuerdo la cita de Abraham Lincoln: "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo".
Es verdad que es necesaria una regeneración del Partido, sin perder sus principios y valores (señas de identidad). Es necesario un cambio en el discurso, más bien tener un discurso propio, ser capaces de fijar la agenda política. En definitiva, ser capaces de volver a ilusionar a la ciudadanía que nos ha abandonado por entender que "todos los políticos somos iguales", la ciudadanía que ha caído en la trampa de los medios de comunicación conservadores, que han conseguido que nuestra masa social piense que la política es indigna y que no merece la pena participar en ella y, si lo hace, elige opciones que prometen "otra forma de hacer política".
En definitiva, el objetivo no es otro que recuperar la dignidad de la Política porque, recuperándola, conseguiremos que la ciudadanía vuelva a vernos como en los años '80, un partido que defiende sus intereses, capaz de vertebrar la sociedad española con honradez, con honestidad, con sencillez, con frescura y con ganas de transformar las desigualdades en oportunidades, con ganas de hacer ciudades donde vivir cada vez mejor (parafraseando a mi Alcalde)
Recuperemos la dignidad de la Política para que la ciudadanía vea en la Política lo que realmente es, la mejor manera de solucionar los problemas mediante la participación, el consenso y la comunicación.
Esta es mi carta de presentación. No sé por cuántos seré escuchado. Sólo espero poder contribuir desde estas líneas al debate que se está generando. Un cordial abrazo, amigo lector.